Como un balbuceo....
garabatos mentales sobre el lenguaje, la palabra y el texto, lo que somos y lo que no
"Si me nombras me niegas" ~ Søren Kierkegaard.
La primera vez que escuché esta frase fue en un documental llamado "Mundos Internos, Mundos Externos", creado en el 2012 por el meditador canadiense Daniel Schmidt. La frase fue utilizada para señalar el significado que aquello que nos define es lo que nos crea y paradójicamente limita la posibilidad que seamos mucho más o incluso lo indefinible. Esta frase de Kierkegaard pareciera ser un aforismo, es corta y su información está condensada. La recordé inmediatamente que abrí este formato para finalmente darle vida y espacio lo que busca expresarse a través de mi. Siento esta frase como una propela que nos empuja hacia la búsqueda de la aguja en el pajal, o podría ser también una semilla que siembra curiosidad invitándonos a indagar dentro de nosotros mismos. Este pensamiento fue encontrado en el Journal de Kierkegaard el cual está compuesto por 7 mil folios manuscritos por él mismo a lo largo de su vida. Incluyen todo tipo de ideas, deseos, teorías y hasta eventos. Se trata de frases sueltas, anotaciones, no de un libro como tal. Investigando sobre este reconocido filósofo danés del siglo pasado encontré que parte de su trabajo fue explorar a través de las emociones y sentimientos humanos cuando se enfrentan ante circunstancias adversas de vida. La frase arriba mencionada continúa diciendo: “Al darme un nombre, una etiqueta, niegas las otras posibilidades que podría ser. Encasillas a la partícula en ser una sola cosa, al nombrarla, al concretarla; pero al mismo tiempo la estás creando. La defines para que exista”.
Es difícil pensar y crear desde lo abstracto. Gracias a las palabras podemos concretar y dar vida a las ideas. La palabra es en sí lo que de alguna manera delinea en nuestra mente la forma y criterio acerca de las cosas, sentimientos, emociones, sensaciones, y todo lo nombrable y descriptible. Aún así, podríamos decir que la palabra también puede limitar la imaginación. Cierto?
El lenguaje extiende y esparce todo lo que deseamos y necesitamos comunicar. El lenguaje no necesita del texto. Por el contrario, el texto ha sido previamente lenguaje. El lenguaje no se limita a las palabras. La expresión corporal, la pintura, la notas musicales, los olores y sabores, incluso sonidos emitidos por humanos, por animales, por insectos, el ruido, todos forman parte de la orquesta del lenguaje. Pero la palabra y el texto requieren de la experiencia del lenguaje con todos los matices que lo enriquecen.
El cuerpo habla lo que la boca calla. Todo aquello que no pueda ser expresado nos reprime y limita, sin embargo, “la verdad tiene piernas, y se para por si sola” dice Rayya Elias. La verdad siempre encontrará la vía para que se le escuche alto y claro. Ya sea a través del lenguaje o del texto.
Así que…
No podemos negar lo que somos, la paradoja es que al nombrar que somos algo se puede estar descartando que somos Todo. Como practicante de Yoga puedo mencionar con propiedad que para disolvernos en el Todo es necesario primero conocernos. Saber lo que somos y quienes somos; y cuantos dentro de uno somos. Este es un paso esencial hacia el despertar. Vernos en esa singularidad que encierra en sí mismo todo el universo, que usa el lenguaje y el texto para funcionar en esta dimensión. Ver un océano dentro de una gota…
Nos llegamos a conocer primero a través del lenguaje de los gestos, las caricias, el calor corporal. En algún momento comenzamos a escuchar sonidos, solo eso, sonidos. Nacemos ilimitados, percibiendo y sintiendo, muy conectados e integrados. Cuando la conciencia comienza a tomar forma y acoplarse a la “realidad” se desarrolla el reconocimiento del otro, y el de uno mismo. Es cuando un bebé reconoce a sus padres fuera de él y también cuando reconoce sus extremidades como algo que se extiende desde él y a la vez fuera de él. Es un momento maravilloso en la evolución y crecimiento del ser humano. Más tarde llegan los balbuceos hasta que llega la palabra. Un cuerpo limitado con posibilidades ilimitadas de expresión y exploración.
Puedo entender con mucha claridad la frase de Søren, sin embargo, quiero dejarte aquí la posibilidad para que tu mismo hagas tu investigación interior.
En la práctica de meditación es necesario llevar la atención hacia algo concreto, definido, tangible para desde esa observación irnos moviendo al punto donde las líneas que nos delimitan puedan irse borrando sutilmente hasta dejar abierto el campo donde nuestro ser se expande indefinidamente. Esta experiencia nos permite sentir en primera mano eso que realmente somos. Quiero concluir este corto relato compartiendo la siguiente reflexión: Søren expresa brillantemente la realidad cuántica de las cosas y los seres. Llegar a esa comprensión requiere mucha práctica y deseo interior.
Esta es mi primera carta para ti. Escribirla está siendo como los primeros balbuceos. Cada palabra seleccionada con cuidado con el propósito no sólo de describir mi exploración sino también de dejar abiertas preguntas en tu imaginación. Bienvenido a un nuevo espacio que ha sido creado desde mi intuición. Me siento inspirada por algunos amigos y colegas a quienes admiro por estar creando desde su intuición.
Mi deseo es cocinarte entre textos e imágenes algo no solo delicioso, también jugoso y con sabores explosivos. Quiero que lo que aterrice en tu bandeja cada miércoles te satisfaga tanto como para esperar sin avidez pero con emoción cada semana la nueva edición de esta creación.
mucho amor,
Clau